Comprar o alquilar una casa forma parte de nuestra vida. Cualquier ciudadano medio se plantea, en un determinado momento de su día a día, si debe hacerse con una vivienda propia o de lo contrario estar de un lado a otro sin techo fijo. Si hace unos años todo el mundo pensaba en la idea de tener «algo a lo que llamar suyo» hoy este tema ha cambiado bastante. El hecho de que queramos quedarnos en una ciudad de forma perenne quizás, es lo que mejor habla ante esta situación.
¿Debo comprar o alquilar una casa?
Nadie puede contestar a una pregunta como esta. Comprar o alquilar una casa depende de muchos factores pero sobre todo de quien quiere meterse a ello. Para los que están en plena búsqueda de una vivienda o desean formar familia puede que sea mejor pensar en la idea de hipotecarse pero hoy también está por delante el tipo de vida que llevamos. Al margen de que no todo el mundo se puede permitir este tipo de «caprichos» lo cierto es que debemos pensar muy bien qué es lo que queremos.
Un alquiler que en un principio puede parecer «tirar el dinero» es el principal responsable de la toma de decisiones que hacemos cuando tenemos la idea de comprar una casa pero, si nuestra vida es nómada o simplemente buscamos otro tipo de realización, ¿realmente nos compensa estar pendiente de un pago que nos durará toda la vida? Al firmar una hipoteca estamos dando el sí a una serie de intereses y cuotas que nos seguirán donde vayamos por eso advertimos que se trata de una decisión muy personal y en la que un tercero no interviene de forma que te haga decidir por ello.
¿Cómo sé si debo comprar o alquilar una casa?
En España casi siempre se ha apostado por la adquisición de pisos de forma inmediata. Casi como tradición, entre comprar o alquilar nos movemos por la primera alternativa porque es lo que venimos viendo generación tras generación pero esto empezó a cambiar hace unos cuantos años y ahora son muchas las personas que apuestan por arrendamiento a terceros. A continuación, a fin de valorar perfiles, dejamos una serie de observaciones:
Ahorro de hasta el 30% del valor de la casa
A la hora de pensar en una hipoteca debemos tener en cuenta los ahorros que tenemos y la disposición que hay sobre ellos. En los tiempos que corren se estima que hasta el 30% del valor de la casa. Al dividirlos nos quedamos con un 12% para los gastos de la casa y su posible compra-venta futura y un 20% con el fin de pagar esa parte que los bancos no financian. Actualmente la caja nos da hasta el 80% de lo que cuesta el inmueble pero, ¿qué pasa con el resto?
A la hora de comprar también podemos solicitar una hipoteca al 100% pero este modelo solo se lo dan a personas con alto poder adquisitivo o que se sabe que responderán a los gatos sin ningún tipo de problemas. En cualquier caso, incluso contando con esta garantía tendremos que destinar hasta el 30% de nuestros ahorros en la casa algo que lamentablemente no todo el mundo puede afrontar. ¿Qué situación tienes tú como para decidir?
Perfil del comprador
Un trabajo estable y buenos ingresos es el perfil de comprador más atractivo que hay de cara a las hipotecas. El banco, a pesar de que las cosas han cambiado bastante, no da este tipo de crédito a nadie con el que no considere que tendrá una garantía futura de devolución y a la que podrá mantener «presa» con estos pagos. Si bien existen diferentes formas de hacernos con una vivienda, no es lo mismo disfrutar de un interés bajo para la compra a una cuota más cara y cargada de comisiones.
Alguien que se dedica a la administración pública (por aquello de los ingresos estables) o que tiene negocios que le van bien y sobre los que puede declarar una alta posesión de capital tendrá mucho más fácil hacerse con una hipoteca modelo que un trabajador que hace lo posible para llegar a final de mes. Las entidades bancarias, aunque quieren vender todos los pisos que puedan, llevan años rechazando perfiles que se alejan de lo que hemos comentado. ¡Vigila cuál es el tuyo!
Compromiso a largo plazo
Fuera de todas las comisiones que hay que pagar o del ahorro real que supone por parte del futuro propietario, entre comprar o alquilar una vivienda también debemos tener en cuenta el compromiso a largo plazo. Si nos hacemos con una casa no será algo transitorio ni que cambiar a los seis meses o varios años, nos encontramos con algo que ya es para nosotros incluso si nos ha dejado de gustar. Este aspecto hay que tenerlo muy en cuenta puesto que puede que sea el más importante de todos.
En contra del alquiler, aunque nos guste mucho la idea de movimiento, valoramos el detalle de la mudanza puesto que cada vez que haya que cambiar de domicilio tendremos que estar haciendo cajas o buscando la manera de trasladarnos con todo aquello que acumulamos. Ante esto, son muchas las personas que se piensan en no cambiar de sitio y hacer su vida en ese que conocen o que les ha gustado por encima del resto, ¿en qué apartado te encuentras tú?
Evolución del precio de la vivienda
Conocer el precio de la vivienda y la evolución que tiene este en el mercado es un detalle que debemos tener en cuenta si lo que queremos es sacar una buena rentabilidad por parte de la casa con la que nos hemos hecho. Gracias a esta observación sabremos si es un buen momento para hacernos con la casa o bien deberíamos esperar un tiempo a ver qué pasa. Si estamos decididos por la compra es importante que miremos este aspecto con lupa puesto que solo así sabremos si perdemos dinero.
En la web de Tinsa, portal especializado en la tasación de viviendas, se hace mucho más fácil llevar el control de cómo se encuentran las casas en el mercado ahora mismo y cuál puede ser su evolución futura. Desde aquí, aunque no entendamos muy bien los conceptos, veremos cómo se mueve el negocio y de qué manera nos va a repercutir en la idea de comprar o alquilar un sitio para convivir. Si te has esperado todo este tiempo, ¿por qué ahora tanta prisa por tomar la decisión?
¿Cuándo nos conviene más alquilar que comprar una casa?
Seguimos con el dilema de comprar o alquilar sobre el que nada podemos decir. Una vez que hemos leído todos los apartados anteriores, nos podemos hacer a la idea de por qué no está en mano de una tercera persona decir sí o no a ninguna de estas ideas. En la vida de cualquiera de nosotros existen situaciones en las que una alternativa destaca por encima de la anterior y, si lo que queremos es no soportar gastos de hipoteca durante el resto de nuestra vida aquí, algunos datos:
Gastos de entrada
Los gastos de entrada cuando estamos alquilando una casa son mucho más bajos. Para comprar un inmueble no solo necesitamos una gran cantidad de dinero ahorrado sino que estaremos a base de cuotas y comisiones durante largas temporadas hasta terminar con todos esos gastos que que construyen la primera piedra de nuestro hogar. Cuando alquilas, lo que debes dar es un mes de fianza más el dinero del mes en curso en el que te encuentras. ¿Notas la diferencia?
Inversión en uso
La principal dualidad entre comprar o alquilar está en este punto. Cuando nos vamos a una casa de manera temporal estamos invirtiendo en usos pero no en bienes. Es importante saber desde primera hora que la casa no nos pertenece y que, en el momento en que salgamos de allí, nada volverá a ser nuestro. Esto, lejos de parecer algo que nos vaya a perjudicar, se ha convertido en una ventaja para aquellos que no quieren complicaciones y prefieren no contar con una hipoteca que les someta.
Evolución del alquiler
Con el boom de parejas y personas individuales que decidieron no comprar una casa (unos por imposibilidad otros por las comodidades que ofrece este tipo de alternativa) el precio del alquiler de vivienda subió como la espuma. Ante el mercado de oferta/demanda, viendo la forma en la que todo estaba cambiando, fueron muchas las agencias y particulares que vieron negocio en la nueva modalidad de vida a la hora de hacerse con casas.
En ciudades como Madrid o Barcelona (principales puntos comerciales y/o de negocio) la situación viene siendo imposible desde hace algunos años pero, a la hora de comprar, también hemos visto un pequeño bucle sin salida. Para tomar una decisión lícita es importante conocer la regulación del alquiler vigente y ver si las condiciones que ahora mismo se están exponiendo son las que nosotros necesitamos para meternos en una vivienda. ¿Las tienes a mano?
Sigo queriendo comprar una casa, ¿qué debo tener en cuenta?
Si la ilusión de tu vida es comprar una casa e irte a vivir allí para siempre, es algo bastante factible. Teniendo en cuenta los ahorros que hay que tener para poder hacer frente a lo que se avecina, solo nos quedan unas cuantas recomendaciones a la hora de hacerte con el que será tu hogar durante largas temporadas. Cuando nos metemos en una hipoteca, además del capital que esto supone, debemos ser conscientes de que ese será nuestro hogar para el día a día. A continuación os dejamos con algunos consejos:
Localización
De todas las cosas que debemos tener en cuenta a la hora de invertir en una casa la localización es una de las más importantes. Si lo vemos desde la perspectiva de un hogar perenne, hay que pensar en el sitio al que nos vamos a ir. No es lo mismo disponer de una vivienda en el centro de la ciudad que estar en las afueras. Esto, que será inmodificable una vez que compremos el inmueble, queda establecido como uno de los puntos protagonista.
Servicios
Hospitales, colegios, cajas de ahorro o comercios son algunos de los establecimientos que se vuelven imprescindibles en un momento de nuestra vida y por tanto debemos tenerlos muy presentes. Si bien en el centro de la ciudad es mucho más sencillo acceder a ellos, también ubicados en un pueblo podemos dar con lo imprescindible que, según las circunstancias, será lo que nos haga falta para vivir con todas esas urgencias cubiertas.
Comunicaciones
Si nos hemos ido a las afueras de la ciudad o estamos alejados de los servicios base, lo mejor es que haya buenas comunicaciones hacia ellos y así olvidarnos de problemas que puedan surgir. Desde las líneas de autobuses hasta la parada del metro son detalles que debemos tener en cuenta en caso de mudarnos del eje de nuestra zona de confort. Si eres una persona a la que le gusta la tranquilidad y huye lo máximo posible del bullicio de la metrópolis quizás esta sea tu mejor alternativa.
Características de la vivienda
Al margen de todo lo que hemos comentado antes, la diferencia entre comprar o alquilar una casa es que debemos tener muy claras las condiciones de ésta y en qué vamos a invertir nuestro dinero. Sin que haya nada fijo establecido, dependiendo de los gustos que tengas o lo que sea que te motive más, te verás escogiendo una u otra aunque siempre hay para que puedas hacerte con esa que te motiva. En este punto es importante pensar todo muy bien porque, aunque habrá aspectos que puedas modificar en el futuro, otros se quedan perenne.
Alquiler con opción a compra, ¿la mejor alternativa?
Llegados a este punto, al pensar en el alquiler o compra de un inmueble, puede que se nos hayan mezclado un poco las ideas. A diferencia de lo que se puede llegar a pensar, decidir sobre lo que hacer sigue siendo complejo. Nos encontramos ante una pregunta para la que no hay consejos reales y ante la que nos encontramos un poco perdidos pero, ¿y si cogemos una casa en la que vivir con opción a que sea nuestra en los años siguientes?
Cuando no disponemos del capital necesario o nuestros ahorros no terminan de alcanzar, podemos apalabrar ciertas cosas con la persona que nos hace la oferta por la casa. Ahora no tenemos el dinero al completo pero sí que hay para invertir mensualmente en las cuotas de la casa en la que queremos ver crecer a nuestros hijos. Esto, que se planteo como alternativa hace solo unos años, se ha convertido en la forma de aspirar a lo que todavía no tenemos.
Como vemos, comprar o alquilar una casa no es decisión de hoy para mañana. Son muchos los puntos que debemos tener en cuenta y las garantías que hay que barajar antes de hacernos con un lugar «para entrar a vivir» Si eres de los que está con la duda o simplemente sabes que quieres invertir en un domicilio pero todavía no sabes las características ni lo que esto repercute, te invitamos a que medites tu decisión antes de lanzarte a por la hipoteca.