Un préstamo personal es un tipo de financiación en el que el deudor se compromete a devolver una cantidad de dinero en cuotas mensuales y pagando un tipo de interés al acreedor, quien le presta el dinero. Se diferencia de un préstamo hipotecario en que, en caso de empago, el banco no puede ir encima de ningún bien concreto, pero sí de los ingresos (como la nómina) o de los bienes (por ejemplo una vivienda). Ahora bien, ¿qué valoran los bancos para conceder un préstamo?
Si quieres comprar algo o necesitas hacer frente a tus pagos y estás buscando una entidad financiera que te conceda un préstamo, seguro que ya sabes que ahora es más difícil puesto que los bancos han endurecido las condiciones. En cualquier caso, los préstamos de ING te ofrecen unas condiciones ventajosas.
Si todas las entidades financieras te dicen que no, te será útil saber qué valoran los bancos para conceder un préstamo personal.
1. Impagos de los préstamos
El préstamo personal estará vedado para ti si tienes impagos en tus actuales deudas. Si figuras en el Asnef o en otro registro de impagos ninguna entidad financiera te concederá un préstamo. Consideran que si ya has dejado de pagar una vez podrías hacerlo una segunda. Lo que tienes que hacer es solucionar tus deudas antes de pedir el préstamo.
2. Capacidad de endeudamiento
Otra cuestión que estudiarán los bancos es el porcentaje de dinero que supondrá la cuota mensual sobre tus ingresos. Lo puedes calcular en base a una sencilla fórmula. Suma los ingresos netos de todos las personas que vayan a participar, resta las cuotas de otros préstamos, hipotecas y tarjetas de crédito y aplícale un 40 por ciento.
Por ejemplo, pongamos que entre tú y tu pareja ganáis 2.500 euros al mes. Pagáis 500 euros de hipoteca y 250 de otro préstamo. Habría que restar 2.500 menos 750. Al resultado, 1.750, se le aplica el 40 por ciento. Nos salen 700 euros como la cantidad máxima que podréis invertir al mes. Esa es la cantidad que el banco considerá el máximo. Si el préstamo es superior, el banco no os lo concederá.
3. Ingresos estables
El banco querrá asegurarse de que vas a poder devolver el préstamo personal. Para eso se fijará en la estabilidad de tus ingresos. Por ejemplo, es mucho más fácil conseguir un préstamo siendo funcionario que trabajador por cuenta ajena y teniendo un contrato indefinido que siendo autónomo.
4. ¿Para qué quieres el préstamo?
Otra de las cuestiones que valoran los bancos para conceder un préstamo es para qué quieres el dinero. Pedir un préstamo para hacer frente a tus deudas es lo peor valorado. Comprar un coche o acabar un máster son objetivos que los bancos ven con mucho mejores ojos.
5. Contratar más productos que el préstamo
A través de la contratación del préstamo personal, los bancos pretenden que tengamos más productos con ellos. Es decir, que no solo tengamos el préstamo, sino que nos vinculemos a ellos por medio de la nómina, recibos, tarjetas, seguros, planes de pensiones… Si contratamos más productos tendremos muchas más opciones de que nos concedan el préstamo personal.