La reestructuración de deuda es un producto financiero útil para titulares de una hipoteca que se han sobreendeudado con otros préstamos, tarjetas o deudas por problemas económicos coyunturales.
Desde el estallido de la crisis, muchas familias se han visto con problemas para afrontar los pagos de las deudas contraídas, acumulándose y engordándose a base de intereses, en un marco en el que solo crece el desempleo y decrecen los salarios. La suma de las cuotas de la hipoteca, préstamos personales, tarjetas de crédito, etc., ha llevado al borde del precipicio a miles de familias, desembocando muchas en una ejecución hipotecaria por no poder pagarla.
En la mayoría de ocasiones, el problema no empieza por no poder pagar la cuota de la hipoteca sino por no poder afrontar el pago de la cuota por culpa de los préstamos personales que van creciendo en caso de impago de los mismos. De hecho el 50% de los casos de ejecución hipotecaria se produce por un sobreendeudamiento previo, cuyo elevado coste ha impedido a muchas familias cumplir con sus compromisos de pago.
Muchas de éstas familias han encontrado la solución en la reunificación de deudas, pero antes de dar el paso, conviene tener en cuenta las importantes diferencias que existen entre las distintas opciones que hay.
La reunificación de deudas une en un solo préstamo varias deudas de una persona (la hipoteca, préstamo del coche, préstamo personal, tarjeta de crédito, etc.) con el fin de reducir las cuotas mensuales. Hay que tener en cuenta que la reunificación de deudas con base hipotecaria implica unos gastos que hay que valorar: tasación, cancelación de la hipoteca y distintos préstamos, gestoría, notaría, registro, comisiones).
El procedimiento consiste en cancelar todos los préstamos existentes con uno nuevo de un importe igual a la suma de todos los agrupados y normalmente a mayor plazo y con un interés más bajo, pagando así cuotas menores aunque durante más meses.
La agrupación de deuda se puede realizar contratando un préstamo sin garantía hipotecaria a menor plazo y con una reducción de la cuota, pero lo más habitual es que se reunifiquen las deudas en un nuevo préstamo hipotecario, en este caso la reducción de la cuota suele ser importante al poder alargar el plazo de devolución.
La reunificación no significa que se pague menos, si se analiza en su totalidad, teniendo en cuenta que de comisiones, honorarios de intermediario hipotecario e intereses totales acabamos pagando más (pero al mes la factura es menor, ya que se pagan las deudas a más largo plazo).
¿Para qué sirve agrupar préstamos?
Para equilibrar las finanzas familiares que tienen más gastos que ingresos por las deudas contraídas con las tarjetas de crédito, préstamos personales y la hipoteca, cuyos pagos mensuales resultan imposibles de afrontar.
Nunca debemos acudir a prestamistas privados a agrupar deudas, porque lo más probable es que termines perdiendo la casa; lo aconsejable es reunificar con la entidad financiera con la que tienes ya las deudas u otra pero que esté regulada por el banco de España ya que lo más probable es que acabemos perdiendo la casa. Solamente aconsejamos este producto financiero cuando la hipoteca la concede una entidad financiera debidamente regulada por el Banco de España.
Se puede tramitar directamente con un banco o caja o contratando los servicios de un intermediario hipotecario, que deberá cumplir con la Ley 2/2009 que garantice al cliente que va a recibir toda la información necesaria para tomar la decisión de firmar o no la operación con el banco con garantías.
Reunificar directamente con la propia entidad con la que tienes la hipoteca es la opción más barata para el cliente. El banco puede aceptar concedernos una segunda hipoteca sobre la vivienda, que englobe el resto de deudas no hipotecarias. Pagaríamos dos cuotas hipotecarias diferentes pero la ventaja es que no hay gastos de cancelación de la hipoteca original. Otra posibilidad es que nos haga una ampliación de hipoteca para unificar todas las deudas, con lo que pagaríamos una sola cuota. También, podría cancelar la hipoteca inicial y concedernos una nueva hipoteca que reunifique todas las deudas y préstamos. En este caso, resulta igual de caro reunificar con nuestro banco que con un banco nuevo.
Otras opciones de reunificación: acudir a un intermediario financiero
Debes tener en cuenta que, normalmente, los bancos no aceptan deudas de otras entidades par reunificar, en este caso puedes acudir a un intermediario financiero. Conocidos popularmente por empresas de reunificación, son empresas privadas que se encargan de tramitar operaciones hipotecarias con diversas entidades financieras. Ellos negocian con las entidades financieras con las que trabajan, cuando nuestro banco no nos ha aprobado la operación.