Hipoteca subprime

 Escrito por Rocío Capdevilla
 Última actualización 2024-02-07

hipoteca-puenteTodos hemos oído hablar de los créditos subprime. La mayor parte de ellos son de carácter hipotecario y de ahí el término Hipotecas Subprime.

Durante la burbuja inmobiliaria, en Estados Unidos y España, se incrementó notablemente el número de operaciones de este tipo, por lo que el riesgo al que se enfrentaban las entidades financieras subió. Todos conocemos las consecuencias.

Las hipotecas subprime son las denominadas hipotecas basura, que se conceden a personas con mucho riesgo, por ejemplo sin trabajo o sin ingresos estables ni bienes que puedan garantizar el pago.

Estos préstamos tienen el tipo de interés más alto que el resto de créditos, debido que poseen mayores posibilidades de quedar impagadas que los créditos o hipotecas comunes.hipoteca

Muchas personas que contrataron sus hipotecas subprime durante la crisis económica, han perdido sus trabajos debido a la destrucción de empleo, y se han visto en la situación de no poder pagar las cuotas mensuales de sus hipotecas, incrementándose de esta forma el número de ejecuciones hipotecarias y de pisos embargados.

En España la masificación de inmuebles a la venta y promociones de obra nueva generaron una bajada de los precios que empujó a muchos a comprar. Además, había tanto trabajo en la construcción que mucha gente se dedicó a ello, incluso muchos inmigrantes vinieron a nuestro país por la facilidad de trabajo que se encontraban. Pero llegó un momento en el que se disparó la demanda de vivienda y el precio de los pisos subió. Los sueldos estaban congelados y la gente necesitaba un crédito para poder comprarse una casa. El problema se incrementó cuando las entidades financieras empezaron a rebajar sus exigencias para la concesión de créditos, ampliaron el plazo de devolución hasta 40 años e incluso si querías te añadían más capital para poder comprar además de la casa un coche por ejemplo.

En España se concedieron muchas hipotecas subprime para la compra-venta con financiación hipotecaria de varias propiedades a la vez. Podemos relacionar estas hipotecas con la CIRBE o la falta de ella más bien. La CIRBE es la base de datos que, gestionada por el Banco de España, informa acerca de los riesgos que las entidades financieras manifiestan tener con sus clientes.

Lo habitual es que cualquier entidad financiera solicite la información a la CIRBE en el proceso de concesión de la hipoteca, para conocer las deudas que los candidatos tienen y que han quedado registradas en el Banco de España. Pero no fue así en todos los casos.

creditoaceptadoAlgunos bancos no solicitaban esta información y concedían los créditos sin saber las deudas que tenían sus nuevos clientes. Podías tener a tus espaldas un crédito hipotecario, un préstamo personal, y solicitar una hipoteca nueva. Y te la concedían.

Por otro lado, la CIRBE tarda varios meses en actualizarse por tanto el banco no disponía de información actualizada pudiendo conceder préstamos sin saber el riesgo que tenían sus clientes. Por ejemplo, una pareja recibe el aval de sus hermanos para poder comprar un piso, y una semana después, los hermanos compran una vivienda con el aval de la pareja. Entre los cuatro tienen dinero suficiente para pagar la hipoteca, pero no dos hipotecas.

Esto no quiere decir que la gente fuese a los bancos a engañar a ver si les daban un crédito. Muchas veces los clientes que se acercaban a la sucursal del banco no sabían si su riesgo era alto o bajo, necesitaban el dinero y lo pedían al banco a ver si se lo concedían, aunque esto no les exime de su responsabilidad. Los bancos hacían la vista gorda para cobrar las comisiones pertinentes.

Otro tipo de hipotecas subprime son las que se concedían a inmigrantes con menos de un año de vida laboral. Muchas entidades financieras se lanzaron a captar el colectivo inmigrante, con campañas hipotecarias muy agresivas, pero sin distinguir entre buenos y malos pagadores. Estaban dirigidas a personas de nacionalidad extranjera con poca o nula cultura financiera española, y sin un mercado hipotecario consolidado en su país, cuya vida laboral en España era inferior a un año y tenían familia en su país de origen. Además este tipo de inmigrantes compraba el inmueble con un amigo, o un supuesto familiar, que en ocasiones eran de países diferentes.

Obviamente el riesgo de que pierdan el trabajo, se vuelvan a su país o dejen de pagar es muy alto. En muchas ocasiones se les concedía el 100% más gastos y sin ahorros.

No podemos decir que tenían culpa tanto unos como otros. Los clientes no debían haberse endeudado tanto, para vivir muchas por encima de sus posibilidades, pero los bancos son quienes tienen la última palabra, y son los que tienen que informarse de si los clientes pueden pagar o no las hipotecas.